lunes, 9 de abril de 2012

Nouvelle vage

Nouvelle Vage (Nueva Ola)

Es la denominación que la crítica utilizó para designar a un nuevo grupo de cineastas franceses surgido a finales de la decada de 1950. Los nuevos realizadores reaccionaron contra las estructuras que el cine frances imponía hasta ese momento y, consecuentemente postularon como máxima aspiración, no sólo la libertad de expresión, sino también libertad técnica en el campo de la producción fílmica.
El apelativo Nouvelle vague surge cuando muchos de los críticos y escritores de la revista especializada "Cahiers du Cinéma" (Cuadernos de Cine) -fundada en 1951 por Andre Bazin- deciden incursionar en la dirección de filmes hacia finales de los años cincuenta, tras haber desempeñado la profesión de guionistas durante los años precedentes. Tales son los casos de François Truffaut, Jean-Luc Godard, Jacques Rivette, Éric Rohmer o Claude Chabrol, y sobre todos ellos su precursor Jean Pierre Melville
Entre los referentes que inspiraron a esta “nueva ola” de la producción cinematográfica francesa, es posible citar al célebre André Bazin, del cual adoptaron la necesidad de retratar la realidad organizando la percepción de las obras de un modo sumamente verosímil en cuanto al desarrollo de las vicisitudes de los personajes. Para Bazin, el realismo es ontológico en el cine, es decir connatural al carácter automático y mecánico de la reproducción cinematográfica, y las películas que mejor lo interpretan y que más se aproximan a la esencia del cine son aquellas que reducen al mínimo las intervenciones manipuladoras y artificiales. De manera similar, en 1948, el director y crítico de cine Alexandre Astruc proclamó un nuevo estilo fílmico, la "cámera-stylo"; se trata del cine de autor, en el que el director tenía que encontrarse creativamente por encima de todo y laa película tenía que nacer de él: "Si el escritor escribe con una pluma o un bolígrafo, el director escribe con la cámara". Todas estas ideas se convirtieron para los autores de la nouevelle vague en sugerentes conceptualizaciones teóricas debido a que se habían convertido en verdaderos cinéfilos a base de haber absorbido innumerables películas en la Cinémathèque française, donde los conceptos de "autor" y "autoría" gozaban de gran capital simbólico.
Un aspecto fundamental que va a favorecer el cambio el cambio en el cine francés es el hecho de que en 1958, terminada la guerra de independencia de Argelia, Charles De Gaulle, presidente de la República, nombra como ministro de cultura a André Malraux, que va a impulsar una legislación proteccionista favorable a los cineastas noveles y al cine de calidad.

Además, en esa época se constituye una nueva ola de espectadores cinéfilos, formados en la asistencia a cineclubs, que se hallan dispuestos a acoger toda novedad en el terreno cinematográfico. Una encuesta sobre la juventud francesa le permitió a la periodista Françoise Giroud hablar en diciembre de 1957 de una “nouvelle vague”, acuñando este término que va a denominar el cambio de postura de cineastas como Jean-Luc Godard, François Truffaut o Alain Resnais, entre los más destacados.
La Nouvelle Vague comienza a tomar forma en 1958, cuando Claude Chabrol dirige dos películas gracias al dinero que su mujer obtiene de una herencia. Serán las obras de Truffaut Los 400 golpes (1959) y Alain Resnais Hiroshima mon amour (1959) las que despertaron la atención y sentenciaron el advenimiento del nuevo fenómeno cinematográfico. El proceso de consolidación de la Nouvelle Vague quedó de manifiesto en el Festival de Cannes de 1959, donde resultaron ganadores: Truffaut recibe el premio a la dirección por su película Los cuatrocientos golpes ("Orfeo negro" de Marcel Camus fue galardonada con la Palma de Oro) y Resnais obtuvo un gran éxito con su obra Hiroshima mon amour.
Este grupo surgió en contraposición con el cine de calidad (“cinéma de qualité”), anquilosado en las viejas glorias francesas. Por ejemplo, François Truffaut arremetió en la revista Cahiers du Cinéma contra el “cinéma de qualité” francés y contra su pretendido realismo psicológico en un artículo titulado “Una cierta tendencia del cine francés”. Truffaut protesta de la abrumadora dominante literaria del cine francés, que es más un cine de guionistas que de realizadores. Paradójicamente, estos nuevos autores obtuvieron su sitio en la industria, siendo el caso de François Truffaut el más evidente, así como también el de Claude Chabrol. Sin embargo, a pesar de haber penetrado en la industria cinematográfica, estos cineastas nunca dejaron de producir un cine muy personal y notoriamente alejado de los gustos dictados por las modas.

Frente a ellos se erigió al mismo tiempo otro movimiento, erróneamente enmarcado en la Nouvelle Vague llamado "Rive Gauche", que surgió a la vera de la revista Positif con cineastas teóricamente más vanguardistas como Alain Resnais, Chris Marker y los escritores Marguerite Duras y Alain Robbe-Grillet. El cine de éstos se caracterizaba por ser más retórico, literario, elaborado y cuidado que sus colegas de la "Nouvelle Vague". Destacan los primeros films de Resnais (Hiroshima, mon amour, El año pasado en Marienbad, Te amo, te amo), La Jetée de Marker, Trans Europe Express de Robbe-Grillet e India Song de Duras.
Principales autores: Claude Chabrol, Jean-Luc Godard, Louis Malle, Alain Resnais, Jacques Rivette, Éric Rohmer, François Truffaut, Roger Vadim, Agnès Varda
Caracteristicas de sus protagonistas:
  • Poseer un bagaje cultural cinematográfico importante, obtenido en las Escuelas de Cine y en la Cinemateca Francesa.
  • Forjar su estilo a través de la crítica en la revista Cahiers du Cinéma. Se trataba de verdaderos cinéfilos, y sus películas se colmaron de referencias y citas de homenaje a sus realizadores más admirados, sobre los que incluso han escrito libros.
  • Defender el cine norteamericano de Howard Hawks, John Ford, Alfred Hitchcock, Samuel Fuller, etc., así como también el cine realista y visual de Jean Renoir, Robert Bresson, Jacques Tati, Max Ophuls, etc.
  • La preparación teórica y el deseo de renovar el cine les impulsó a redescubrir la “mirada” de la cámara y el poder creador del montaje, pues se reconocían férreos admiradores de Orson Welles.
  • Tratar en sus películas la condición humana desoladoramente aislada en el marco de la sociedad pequeño burguesa de la posguerra.
  • Considerar el cine como una especie de autoconocimiento personal, por lo que en sus películas aparecen claras referencias personales.

Las innovaciones técnicas y los bajos costos de los instrumentos necesarios para la realización de filmes contribuyeron a la emergencia de esta corriente. Las cámaras ligeras de 8mm. y 16 mm. (formatos no profesionales) y las nuevas emulsiones más sensibles hicieron posible que se rodara sin iluminación artificial, cámara al hombro y en locaciones naturales, es decir, sin necesidad de montar grandes escenografías en monumentales estudios cinematográficos. Ello conduce a un estilo de reportaje, con tomas largas, forma despreocupada y una duración de rodaje que se reduce a unas pocas semanas. Aportan un nuevo uso de la fotografía, en blanco y negro, que se sirve en interiores de una iluminación indirecta, rebotada, para generar así un ambiente realista al estilo de las iluminaciones difusas de Murnau, lo que permite rodar con ligereza y que la cámara siga a los actores de forma más natural. Su técnica es casi artesanal, con un equipo técnico reducido, sin estrellas importantes y con una interpretación improvisada por actores jóvenes. En suma, es un cine realista, bajo la influencia del Neorrealismo italiano y del lenguaje televisivo, que trata sobre temas morales aunque no hurgue en las causas del comportamiento de los personajes.

En definitiva, la contribución de la nouvelle vague supone una enérgica renovación del lenguaje cinematográfico al redescubrir la capacidad de la “mirada” de la cámara, el poder creador del montaje y otros recursos caídos en desuso. Su aportación sirve para reafirmar la noción de cine “de autor” y para introducir la inventiva en los métodos de trabajo, sacando provecho de las novedades técnicas, como cámaras ligeras, emulsiones hipersensibles, lámparas sobrevoltadas, iluminación por reflexión, y afinando y enriqueciendo las posibilidades expresivas del lenguaje cinematográfico.
Peliculas de la Nouvelle Vage:
  • El bello Sergio (1958) de Chabrol.
  • Los 400 golpes (1959) de Truffaut.
  • Horoshima mon amour (1959) de Resnais.
  • Al final de la escapada (1959) de Godard.
  • Paris nous aparttient (1961) de Rivette.
  • Jules et Jim (1962) de Truffaut.
  • Le repos du guerrier de Vadim.
  • Cleo de 5 a 7 (1962) de Varda.
  • Fuergo fatuo (1963) de Malle.
  • La guerra ha terminado (1966) de Resnais.
  • Mi noche con Maud (1969) de Rohmer.



    http://es.wikipedia.org/wiki/Nouvelle_vague




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